¡Habemus Papa! 
Desde que el Vaticano pronunciara estas palabras hace una semana, nadie ha dejado de hablar de Francisco I. Un Papa que quiere ser innovador y acercar la iglesia al pueblo. Una muestra de esta actitud la pudimos ver durante la misa de inicio de su Pontificado donde ha querido desmarcarse y dejar a un lado viejas costumbres. Nada de papamovil, mejor un jeep descubierto sin barreras con sus feligreses y menos protocolo.
Los que sí que han cumplido con las normas protocolarias han sido los mandatarios y jefes de estado que han sido invitados a la entronización. Aunque como siempre, se puede matizar.
Una vez más, la Princesa de Asturias se ha convertido en protagonista por su ‘look’ . Según dicen, no ha cumplido al 100% con el estricto protocolo vaticano en cuanto a la vestimenta.
La Santa Sede, obliga a las mujeres a vestir con vestido o traje de chaqueta negro. Tanto en su ropa como en la mantilla que deben llevar cubriendo su cabeza, un elemento que las mujeres deben llevar en los actos o audiencias con el Papa. Evidentemente no pueden llevar escote y los tacones de sus zapatos deben ser de tamaño medio.
Sólo hay una excepción a esta norma. Únicamente las soberanas católicas son las que podrán vestir de blanco. Tal y como vimos que lo hicieron: La Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo y La Reina Paola de Bélgica. El largo de la falda debe ser por debajo de la rodilla, aquí es donde los críticos aseguran que la Princesa de Asturias erró. 
Si os fijáis,en la fotografía tomada durante la misa, la falda de la Princesa sí cubre sus rodillas estando de pie. Pero al ser tan justa la altura de la falda, cuando se sienta deja ver sus rodillas. Quizá por eso, según nuestra opinión, optó por llevar un abrigo un poco más largo que pudiera disimular este fallo.
Otras voces se han preguntado por qué Doña Letizia no llevó peineta, ya que las reinas españolas sí pueden llevarla. Optó por prescindir de este complemento tan español, que sí que hemos visto lucir a la Reina Doña Sofía. Bajo nuestra opinión , esto no se puede calificar como fallo protocolario, si no una elección de la princesa tan válida como cualquier otra.
Pero no solamente nos hemos fijado en ellas… los caballeros también han llamado nuestra atención. A pesar que podía elegir entre frac, traje oscuro o chaqué. El Príncipe de Asturias se decantó por llevar el uniforme de gala del Ejército de Tierra, con el que se casó hace nueve años con Doña Letizia, acompañó el uniforme con las más destacadas condecoraciones, entre ellas el Toisón de Oro.